viernes, 29 de abril de 2011

LOS CONDENADOS (cuento)


´´...Fueron llevados a las barrancas con los ojos vendados, por el simple delito de pensar diferente, de expresar sus pensamientos delante del gentío... asi es, con los ojos vendados, como quien no soportase la mirada de la verdad, fueron fusilados y arrojados al abismo, lejos del pueblo, quizas para alejar el karma de los tres locos que conocieron la libertad gritandole al viento sus verdades.      

   Fueron condenados como esclavos de un regimen y murieron libres, con la verdad en sus labios, como tantos otros que fueron despojados hasta de sus sentimientos, solo por el hecho de plantear una nueva forma de expresarse.
   Ese fue el destino de aquellos que quisieron contrarrestar las politicas impuestas dentro de la comarca, las leyes creadas para sostener el nepotismo que durante años muestra su cara cada vez con menos vergüenza.
   Tendidos los tres en la tierra con sus lenguas cortadas, simbolo del miedo. Porque los gigantes tambien temen, tiemblan ante la voz del pueblo, que es capaz de atravesar hasta las más anchas paredes de cualquier imperio, y trepar las torres más altas sometiendo a todos los que sean capaces de esceptuarse de la culpa, de la verdad, fomentando el orgullo de grandeza.
  Tres dias han pasado, y casi nadie recuerda a los condenados. Nadie supo lo ocurrido, nadie fue testigo de aquella masacre, nadie mas que yo.
  El hombre que escapa de su destino no podrá hacerlo por mucho tiempo, tarde o temprano este llegará a nosotros, y será ahí donde nos daremos cuenta hasta donde podrémos llegar con nuestro razonamiento. Quizás pude evitarlo... pero no lo hice, no hubiese soportado el hecho de renunciar a mi verdad. Decidí entonces morir por lo uníco que me mantenía con vida.
  Mi destino estaba en frente y quise formar parte de el, me entregué a la sensacion de pureza en mi alma, y aqui estoy, esperando el amanecer en una celda solitaria, narrando el final, compartiendo la suerte de aquellos tres que marcaron en un momento mi vida entera, aguardando a aquel que venga a quitarme los ojos... porque asi será... porque mi único delito fué mirar el final, observar la traición, y negarme a correr, ¿pero porque hubiese corrido? ¿cuan diferente sería el desenlace?, solo sería un cobarde, un traidor, un verdugo más de aquellos sueños truncados que perecieron sin poder decir sus ultimas plegarias, sin poder pedir clemencia ante la censura de sus emociones, sin pedir perdón... perdón por querer ser libre ante un mundo lleno de fronteras, de leyes escritas sin el permiso de nadie, para la tranquilidad de una porción de cuerpos que día a día se van deteriorando, pero aún asi, sín devolverle al pueblo lo que ellos mismos les quitáron...
  El sol ya se ha apoyado en mi cara, la madrugada es reamente hermosa, no hay rencor, no hay odio. Las aves merodean las campanas del convento, y el silencio se siente mas hermoso que nunca... el verdugo atraviesa el patio con el estilete resplandeciente, ¿usarán vendas conmigo tambien?...´´

                                                                    J. R. GONZALEZ

4 comentarios:

  1. Sin palabras, una joya!.. un cuento tan real!... =) muy buen blog me encanta =) Bety

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  2. la realidad nos urge
    muchas gracias por pasar

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  3. uff! sin palabras, fue muy fuerte, y solo por pensar distinto... te felicito por el blog esta muy bueno!

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  4. gracias por tu tiempo y por compartir tus impresiones hacerca de este blog... saludos

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