¨Levanté la mirada y pude encontrar a mi tristeza encerrada en un laberinto de paredes imaginarias, cerré los ojos y en mi mente pude ver la dureza de mis acciones, tan libres como esclavas. Me dejé llevar por la extraña sensación de ser feliz y en un sin fin de preguntas sin responder logré sonreír, al menos por un momento...¨
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